Cuando nos adentramos en la marjal se divisa muy bien la capa de contaminación que cubre Valencia.
El camino es agrícola y no hay coches lo cual nos permite ir tranquilos y observar los animales
y las plantas
Cuando llegamos a la playa damos una vuelta por dentro del bosque del Saler, unos 8 km, y volvemos a la playa para jugar algunos partidos de voley.
A la una de la tarde recogemos todo, subimos a la bici y volvemos a Alfafar y yo, desde allí, a Almussafes. He pasado una mañana muy bonita y entretenida confraternizando con mis alumnos y disfrutando del día tan explédido que nos ha salido.
Ruta que he hecho.
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