Larga y dura noche la del sábado pasado, acaecida en los montes de Chiva.
Allí se disputaba la “maratón nocturna Amanece x Chiva”. Otra idea genial de
uno de los mejores artífices de carreras por montaña en la Comunidad Valenciana.
El caso es que me venía muy bien para hacer la última tirada larga antes de
la Ehunmilak y como al lado de mi pueblo, en Benifaió, también hacían el trail
Roquette de 19 km, decido apuntarme a las dos.
El plan es salir a darlo todo en la maratón nocturna de Chiva y acabar
suavemente, si puedo, el trail de Benifaió.
En la recogida de dorsales aprovecho para saludar a los amigos y conocidos que cada vez son más.
Empieza el jolgorio a las 12 de la noche del sábado, después de habernos
desplazado en autobús, desde Chiva, al lugar de salida de la prueba. La carrera
comienza con unos cuantos km cuesta arriba y yo sin enterarme y me marco un
ritmo suave para poder correr durante toda la subida que son 4 km hasta llegar
a la cazoleta y, como siempre que se llega arriba, empieza una bajada que nos
deja en el primer avituallamiento.
Aunque es de noche, reconozco las sendas por las que transito de los 61 km
de Chiva. En esta ocasión son en sentido contrario y se me hacen más ligeras
tanto las bajadas como las subidas. Puede ser debido a que llevo menos km y voy
más descansado.
Y volvemos a subir para llegar al pico Yerbas, punto más alto de la
carrera. La noche es espléndida, con el suficiente frescor como para hacerla
muy agradable y con la luna en fase menguante, rojiza y cautivadora. ¡Que más
se puede pedir!
Como estamos en el pico más alto, presumiblemente podemos entender que todo
será bajada hasta la meta. Pero no. Es lo que tiene la montaña que es mentirosa
y traicionera.
Subimos, bajamos, subimos, bajamos y llegamos al km 32. Allí se hacen cargo
del avituallamiento los de la charanga de los 61 km de Chiva y tienen una
marcha que da gusto estar allí y se te quitan las ganas de seguir. Cambio las
pilas, que ya flaquean y encaro la penúltima subida antes de la última y llego
a la última y más jodida: el Gitam que, aunque se me atraganta, me parece mucho
más asequible que las otras veces que la he subido. De todas formas aprovechan
para adelantarme varios corredores que me van pisando los talones.
Llegar arriba y, ahora sí, saber que no hay más que subir, que todo es
bajada hasta meta hace que me invada una enorme alegría y una fuerza súbita se
apodera de mis piernas. Empiezo a aumentar el ritmo de las zancadas y su
amplitud y voy pasando a los que me adelantaron en el Gitam y a algún corredor
más, plantándome en meta en 6:18’50’’, 35 de la general y 1º de mi categoría.
Así que el entrene parece que va bien.
A las 6:30 cojo el coche y para casa, me cambio de calcetines, zapatillas y
camiseta. Desayuno y pasa a recogerme
Alfredo para acercarnos a la salida del trail Benifaió en el Pla de les Cloxes.
Allí están esperándonos los otros dos componentes activos del club peña
Himalaya.
Han pasado dos horas desde que acabé el maratón y tengo las piernas como el
mármol. Con estas sensaciones dan la salida y no voy cara el aire. Suerte que
Alfredo se pone a marcarme el ritmo por delante y detrás está Ximo con la misma
función. Entre los dos consiguen que poco a poco vaya entrando en carrera, pero
sin tirar cohetes. Vamos cerrando la carrera y no puedo dar más de mí. En la
segunda subida, por una senda con poco desnivel, conseguimos adelantar a
algunos corredores, no muchos. Este va a ser, más o menos, el relato de la
carrera. Pasamos a alguno que nos vuelve a adelantar y todos padeciendo el
calor aplastante.
Suerte que en los avituallamientos hay de todo y agua fresca que es lo que
más se agradece. Pasan los km, pero para mí muy despacio. No llevo GPS y cuando
pregunto por el km que vamos me llevo sorpresa de saber que hemos corrido tan
pocos desde la última vez que lo pregunté.
La grata y entretenida compañía de Alfredo y Ximo hacen más llevadero el
paso de los kilómetros y como corremos en casa, conocemos a muchos de los
voluntarios con los que paramos a charlar un poco más que nada para descansar
algo. En el último avituallamiento está Ángel el de Benibici, tienda donde
arreglo mi bici y totalmente recomendable.
Por suerte, la parte final de la carrera la hacemos sin sol y agradecemos a
la organización que haya tenido este detalle con los últimos de la carrera ya
que a los primeros seguro que no les ha cogido.
Enfilamos los últimos cuatro km y vemos un corredor que viene de cara y me
parece que es Vicent Barberà
que viene de correr la VCUF y subir al podio en su categoría. Un crack y una
excelente persona. Aprovechamos y nos va dando conversación y nos acercamos a
meta. Contentos de llegar y de que el entrene haya salido mejor de lo que
esperaba. Hemos empleado 2:57’ en acabar el trail que sumado a las 6:18’ dan un
total de 9 horas y cuarto.
A tope para la Ehunmilak.