lunes, 12 de mayo de 2014

La Tinença de Benifassà (Coratxa, Fredes, La Pobla, Coratxa).


Gran fin de semana haciendo senderismo por la Tinença de Benifassà. Zona desconocida por mi y desde ahora una de mis preferidas por la enorme belleza de sus paisajes y formaciones rocosas.
Llegamos el viernes 9,  casi a la hora de cenar al albergue que nos servirá de base para nuestras correrías. Se llama la font  lluny y está situado en el pueblo de La Pobla de Benifassà.
El albergue.
La salida se encuentra dentro de la programación de senderismo del grupo La sargantana i la granota y vamos de invitados. El grupo para esta ruta está compuesto por 14 avezados senderistas que lo van a dar todo para disfrutar al máximo de la espectacular ruta que nos ha preparado David.
Teresa, la jefa del albergue, nos comunica que el desayuno será a las 8:30. Nos parece un poco tarde para salir, pero no nos da otra opción, así que dormimos aceptablemente y nos despertamos todos antes de que suene el despertador. El desayuno pantagruélico, como es norma en refugios y albergues, nos recarga de energía suficiente para enfrentarnos a una jornada dura pero inmensamente llena de grandes momentos. Para poder hacer la ruta circular, nos acercamos en coche hasta la vecina población de Coratxa. 
Preparados para salir de Coratxa
La carretera es infame. Parece que la Dipu de Castelló gastó los dineros en otros menesteres y no les quedó para arreglar la carretera para potenciar, en la medida de lo posible, la zona de la Tinença. Por la carretera vamos perdiendo los tapacubos de los coches que se exceden de velocidad.
Llegamos al pueblo de Coratxa y rápidamente salimos dirección a Fredes porque ya son casi las 10 de la mañana. 
Muy tarde para empezar a caminar y más si lo que nos queda por delante son 26 km, 1500 m de desnivel negativo y algo más de 1000 m de desnivel positivo. 


También hemos de contar con las innumerables paradas para admirar todo lo que se nos presenta ante nuestros ojos.
Saliendo de Coratxa.
Primera pannorámica del día.
La cuenca del matarraña
Llevamos bocadillos y la idea es comer a la sombra de algún pino pero, justo, llegamos a Fredes a la hora de comer. 
Amparo abarcando Fredes
Así que hacemos cambios de planes: pedimos cerveza, ensaladas y café y comemos los bocatas como unos señores en en la terraza del bar.
En lo alto de la fuente, al lado del bar de Fredes.
Pasamos un rato muy agradable y continuamos la ruta hasta la joya de la corona: el portell de l'infern. Un lugar mágico. Subimos a la roca mirador para solazarnos y hacer fotos. 
La roca mirador
Las vistas son chulas, chulas. 
Haciendo la garza en la roca mirador.
Seguiremos por la derecha hacia una gran balma, 
La balma.
dejando a nuestra izquierda la senda que nos llevaría al salt de Robert, que todo el mundo dice que es muy bonito. Pero nos salimos de la ruta y no puede ser. Queda para la siguiente vez que volvamos, que volveremos.
Desde aquí lo que queda de ruta, sin dejar de ser excepcional, nos resulta más pesada porque los km y los desniveles van pasando factura y nos queda por delante una subida y la última bajada larga y pesada para hacer trabajar los cuádriceps.
Otra más de las innumerables vistas geniales
 Después de 10 horas conseguimos llegar  al albergue, casi sin tiempo para ducharnos porque Teresa nos requiere en el comedor rápidamente para empezar a cenar a la hora que corresponde: las 9 de la noche, ni un minuto más ni un minuto menos.
Entretenida y agradable cena donde tomamos algunas decisiones para el día siguiente. La primera será acortar la ruta para llegar A Coratxa a hora de comer en el restaurante y así tener toda la tarde para el retorno a nuestros lares Decidimos no pasar por Castell de Cabres para dejar el recorrido en unos 15 km, 6 menos de lo que David había programado.
Después de la cena los componentes del grupo, según sus gustos, se diversifican en una múltiple y variada sesión de actividades varias, tales como: paseos a la luz de la luna creciente hasta El Ballestar a tomar una copa en el bar que está cerrado, estudiar francés para el examen del lunes,
La del examen de francés.
ir a dormir sin más preámbulos, ir a dormir sin más preámbulos pero tener que pasar por el preámbulo de no poder dormir, asistir a fiestas descatalogadas con negociadores de la compra de Marina d'or por parte de fondos buitre alemanes...
Con todo ello sale una noche cundidora, donde Teresa, la jefa, no debe estar muy contenta, ya que la algarabía por el albergue, según se cuenta en el desayuno era enorme.
Hemos conseguido que Teresa nos de el desayuno a las 8 de la mañana y hoy, domingo, conseguimos empezar a andar con la fresca y se nota porque vamos a mejor ritmo.
Saliendo de La Pobla.
La de hoy es la ruta de los maquis, muy trabajada por parte de David, que aporta numerosa documentación al respecto de los grupos de maquis de la zona y la represión sufrida por parte de las tropas nacionales.
 
Se centra David, especialmente, en la figura de La pastora o Teresot Víctima de una malformación sexual congénita y que acabará como guerrillero durante una temporada. Pasamos por las masías más importantes y que tienen relación con la figura de La Pastora, bien porque trabajó en ellas o por otros motivos como la masía de Cabanil donde, la guardia civil sorprendió a un escamot de guerrilleros y consiguieron matar a dos y fusilar al tercero, no sin sufrir bajas en sus propias filas, o el de Sinfores, de lator de los guerrilleros y que luego sufrieron un secuestro por parte de aquellos.
Masía de Sinfores.
 Los paisajes están más dulcificados que en la ruta de ayer pero no dejan de tener un enorme encanto y, más, si lo engastamos con los relatos que David nos va contando.
Amparo meditando transcendentemente sobre la futilidad de la vida.
Llegando cerca del final de la ruta pasamos por cercados donde hay vacas y toros sueltos. 
Un toro que no me atacó pero parecido.
En uno de estos campos uno de los toros hace amagos de atacarnos pero le planto cara, no sin dejar de observar el terreno para facilitarme una salida digna y nada deshonrosa. Tengo a mi lado una valla de piedras que puedo saltar con  suficiente facilidad. Por ello  me planto ante el toro y le hago parar en su loca carrera y desistir de sus ideas asesinas. El toro se queda parado a unos 25 m      y decide no continuar, para desahogo mio y de Josep, que poco a poco se había ido alejando dejándome a mi solo ante el peligro.
Tras este entretenido percance. Entretenido porque acaba bien y en ningún momento sentí que estaba en peligro, continuamos abriendo y cerrando vallas para aproximarnos a Coratxa, donde comeremos como Dios tirando de una cocina de diseño sin olvidarnos de lo típico, en este caso una olleta que estaba de muerte.
El grupo a la llegada a Coratxa.
Después de esto no nos queda más que subir a los coches, llegar al albergue, recoger todo el material, despedirnos y enfilar el camino de vuelta a casa.
Como resumen de la ruta y utilizando pocas palabras diría que es magistral. Creo que la mejor ruta senderista (de tipo grupal y tranquila) que he hecho en mi vida. No se puede comparar con las rutas de los pirineos porque son otros paisajes diferentes, pero no tiene nada que envidar a aquellas y, creo yo que tiene una mayor biodiversidad.
Seguro que volveremos por La Tinença porque nos ha cautivado.
Quiero agradecer a todos los componentes-asistentes de la sargantana y especialmente a David, el organizador por habernos permitido disfrutar de su compañía y de una ruta tan hermosa.
Hasta la siguiente.

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