domingo, 4 de septiembre de 2011

La senda de Camille


La senda de Camille.
Como todos los años, por agosto, un buen grupo de amigos nos reunimos para hacer una ruta de varios días por la montaña. Otros años hemos andado: carros de foc y cavalls de vent. Este año nos decidimos por La Senda de Camille, así llamada en memoria de un oso que paseaba por esos lugares entre Francia y España, a la altura de Somport.
Los compañeros parten de Valencia y yo hago el viaje hasta Hecho desde León. A la hora de comer hemos quedado en el refugio de Gabardito para comer e iniciar el recorrido a lo largo de 6 días.
   
1r día: 1 de agosto. Refugio Gabardito- Refugio de Lizara.
Después de comer lo que suelen dar en todos los refugios para comer: huevos fritos, patatas fritas y chistorra, iniciamos la senda con muy buenas sensaciones y la moral muy alta. Todo son chistes y bromas y aunque es todo de subida no nos arredramos y vamos para adelante.
 Dejamos a la izquierda el Bisaurin de 2670 m pero no subimos porque ese no es nuestro destino. Alguna del grupo descubre cual es el funcionamiento del pastor eléctrico al tocar el cable con el bastón y recibir una ligera descarga y como somos tan cabrones todos nos reímos bastante. Antes de llegar al refugio pasamos por la fuente de Fuenfría y rellenamos los bidones con agua fresca y no tratada pero sabrosísima en su frialdad.
         
2º día: 2 de agosto. Refugio de Linza-Refugio de Somport.
Nos levantamos a hora de refugio, esto es, a una hora más temprana de lo que quisiera pero como hay temor por si no llegamos a Somport a tiempo hemos decidido empezar de buena mañana. Así y todo somos de los últimos que empiezan la marcha. La familia Extremeña y los de Teruel , así como Ernesto, de Barcelona (coincidiremos con ellos en todos los refugios) ya han salido cuando nosotros cargamos las mochilas. Pasamos por lugares de una especial belleza y con el tiempo siempre de cara.
Pero lo más sorprendente del día es el imponente Ibón de Estanés
Nos detenemos a pegar un mordisco, a descansar y disfrutar del paisaje. Hay mucha gente, sobre todo Franceses disfrutando de lo mismo que nosotros pero con menos intensidad.
Seguimos la ruta y hacemos la primera incursión en territorio Francés
aunque volveremos a España poco antes de Llegar a Somport para dar una vuelta por las pistas de Candanchú y perdernos un poco por seguir el trac de la organización, que yo no sé qué persona con mala idea lo hizo porque estaba bastante mal trazado, como si no fuera real el recorrido  y sólo hecho delante del ordenador. En fin pasamos por una zona militar y demás desgracias hasta que conseguimos recomponernos y encontrar una senda buena que nos llevará directos a Somport olvidándonos del trac de la organización. Sin más contratiempos llegamos al refugio de Somport (Albergue Aysa)
donde para olvidar penas  y porque son las 5 de la tarde nos ponemos ciegos de cerveza y  frutos secos. Después de cenar nos vamos a la cama y yo, como siempre, duermo como un niño pequeño. No me entero de lo que dicen ha sido una tronada de miedo a lo largo de la noche. 

3r día: 3 de agosto. Albegue Aysa- Refugio d’Arlet.
Buen desayuno y a entrar en Francia. El día está muy nublado y rogamos para que no llueva. Nuestras plegarias son atendidas y no llueve pero estamos casi todo el día con la niebla.
El paisaje, en Francia, es impactante. Se nota que es la cara sur. Sobra agua y la vegetación es mucho más abundante. Aunque la niebla no deja ver muy lejos.
Hoy la primera parada seria es para comprar queso que nos irá muy bien para el almuerzo.
Esta parada supone que se hagan dos grupos. El segundo dirigido por el inefable Xema se pierde nada más dejar la granja y como resultado añaden a la ruta del día unos 2 km más. Una vez reagrupados seguimos subiendo por bosques de hayas muy verdes y enormemente impactantes, muy bonito el valle de Aspe. La subida no acaba y el grupo de atrás se va quedando rezagado y sin fuelle así que cuando vemos que coronamos el collado Lupachouaou (1887 m.) decidimos parar a comer aunque los otros han seguido haciendo camino. Tenemos suerte porque es el único momento del día que desaparece la niebla y se presenta ante nuestros ojos una vista enorme de los pirineos
Además de quedar embobados con lo que nos habíamos estado perdiendo con la niebla aprovechamos para pensar, que es lo que más nos gusta.
Tras el reparador descanso continuamos y nos encontramos al resto del grupo 1 km más adelante. También han acabado de comer y nos ponemos en marcha para llegar al refugio d’Arlet que ya está cerca. Cuando lo tenemos a menos de 100 m empezamos a oír voces de los extremeños que nos indican por donde queda ya que la niebla nos hace imposible ver más allá de 5 m. El refugio está a 2000 m y no tiene duchas así que aprovechando la niebla nos ponemos con muy poca ropa y nos vamos todos a bañarnos al lago. Una vez limpios y descansados pedimos algunas botellas de vino y pasamos las 2 horas que faltan hasta la cena bebiendo y hablando tranquila y amigablemente aunque con un cierto escándalo que nos va a costar una fría y tal vez exagerada recriminación por parte de un estirado francés que después no sabía hacer callar a sus hijos.
Durante la cena sucede algo maravilloso y es que la niebla desaparece completamente y vemos el lago de Arlet así como las montañas que lo rodean.
 Nuestro grupo, como colegiales infantilizados, se abalanza sobre la salida para poder disfrutar de las vistas. Por parte de los franceses no hay atisbo de sorpresa ante tamaña visión o son tan reservados que no exteriorizan sus sentimientos. Sea lo que sea  nosotros salimos fuera y lo vemos todo con deleite.
Después de este inesperado hartazgo de belleza acabamos de cenar y al poco tiempo a dormir.

4º día. 4 de agosto. Refugio de Arlet-Camping Lauzart.
La altitud es grande y la vegetación escasa. El día se presenta tranquilo pues casi todo es de bajada. Pasamos por un lugar que aprovechaban los republicanos españoles que huían de la dictadura a Francia para ponerse a salvo de la represión franquista.
Vamos a estar bajando todo el día y estamos muy relajados.
Pero aún lo vamos a conseguir más cuando paramos a comer al lado de un riachuelo y aprovechamos para refrescar los pies y comernos los bocadillos del picnic. Como se puede apreciar en la siguiente foto continuamos con nuestro deporte favorito: pensar. En esta imagen Xema parece estar meditando sobre la mala idea que tuvo al apuntarse a esta ruta.
Sin más contratiempos llegamos al camping Lauzart. Aunque para ser exactos debo decir que si tuvimos un pequeño percance, nuevamente ocasionado por el malísimo track de la organización y la escasa señalización del recorrido. El caso es que parte del grupo se perdió lo cual les supuso llegar unos 20’ más tarde al refugio. Nada importante que no se pudiera solucionar con unas cuantas cervezas. Además el camping tenía lavadoras y aprovechamos para lavar lo que ya teníamos sudado. Durante la cena ocurre uno de los momentos más surrealistas de la ruta, cuando Kety, toda hambrienta, le dice al camarero del camping: ”je suis famelique”. El camarero huye despavorido y la risa en la mesa es general. Al final se queda como grito de guerra de la ruta.

5º día. 5 de agosto. Camping Lauzart-Refugio de Linza
La etapa de hoy es más difícil. Tenemos que subir al collado de Petrachema y hay un gran desnivel (de 860 m a 2080 m). Como siempre, y sin poder ser de otra manera, nos lo tomamos con calma y hacemos la parada del almuerzo en una cabaña de pastores.
Bien alimentados afrontamos la última subida con una gradación bastante amplia en el grado de sufrimiento para subir el collado. Una vez arriba las vistas merecen la pena y los que vamos llegando nos apoltronamos y observamos el paisaje y a los compañeros que van subiendo.
Una vez han subido todos, los de Teruel deciden hacer cresta en el pico de Petrachema o de Ansabère (2371 m) y que queda fuera de la ruta.
A mí me dan envidia y después de verlos subir durante 15’ decido que yo también subo. Mi grupo continua la marcha y yo les digo que ya los alcanzaré. Dejo la mochila en el collado y me pongo a correr como un condenado para alcanzar la cima y la redención de mis penas. Digo que corro pero no es exactamente así. Corro lo que puedo subiendo, que no es mucho, pero bajando me desquito y realizo una bajada meteórica, aunque es bastante técnica. Decir que las vistas desde l’Ansabère son magníficas. Al lado tengo la aguja del Ansabère una pared vertical de cerca de 300 m ideal para hacer escalada.
Recupero a mi grupo conocido en la ruta como los Martínez o Pasqualets cuando están parados para comer y me uno a ellos. Hasta el refugio de Linza sólo queda bajar
Llegamos a buena hora para beber una cuantas cervezas antes de la cena y los Martínez, o un grupo muy amplio de ellos, no perdona este paso. Podemos no andar o negarnos a ir muy rápidos pero nos opondremos a que nos quiten las cervezas del final de la jornada. 

6º y último día. 6 de agosto. Refugio Linza-Refugio Gabardito.
Hoy es el último día y el más penoso. Como casi siempre decidimos aprovechar la mañana, nos levantamos a las 6, para ganar minutos al reloj porque prevemos que será una etapa dura y hemos de estar en el hotel de Ciresa antes de las 8 de la noche.
La salida se hace por una carretera asfaltada durante 5 km.
A pesar de ello no deja de ser bonito porque el paisaje es gratificante. Cuando acaban los km de asfalto empieza la primera subida del día para salvar un desnivel de unos 800 m que nos dejará en el achar d’Alano o paso de Saxeras a casi 2000 m de altitud.
Tras la dificultosa subida viene una penosa bajada por un pedregal
que enlazará con una nueva subida no muy difícil y preciosa. Se hace la ascensión por una senda bien marcada y rodeada de hayas. Posiblemente la parte más bonita de toda la senda de Camille, conocida por el nombre de la selva de lo Furno.
En el collado de Lenito Baxo, a 1700 m de altitud paramos a comer porque nos lo pide el cuerpo y la mente. Hay personas que siguen aprovechando estos recesos para pensar sobre sus cosas y sus sufrimientos.
Estamos bastante cansados y aún nos queda una bajada difícil en la que volveremos a perdernos por culpa del maldito track de la organización. Si queréis un buen track utilizar el mío del wikiloc, seguro que estará mucho mejor que el que facilita la organización. A pesar de todo llegamos abajo y nos enfrentamos a la última subida antes de llegar al refugio del que salimos hace 5 días. Son 3 km bastante empinados que dan miedo a 4 integrantes del grupo que deciden hacer la subida por la carretera. Craso error porque aunque la pendiente es más suave el número de km se incrementa en 4 más y eso hará que lleguen al refugio media hora más tarde que nosotros, tiempo suficiente para consumir 2 ó 3 cervezas por barba y descansar apaciblemente.

Cuando llegan los que faltan, montamos en el coche y nos vamos al hotel de Ciresa. Nos ponemos guapos, damos una vuelta por el pueblo, cenamos y adormir para mañana volver cada uno a su casa.
Ruta del Wikiloc.
Este es el resultado de la ruta sacada de mi GPS pero como nos perdimos varias veces por seguir el track de la organización en algunos lugares tuve que limpiarla un poco para hacer una ruta más fiable.
















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