Primera carrera del año si no fuera porque han puesto primero el GR 10Xtrem. Ya son 8 años sin fallar a la cita más multitudinaria de las carreras de montaña de la Comunitat. Sólo hay más gente corriendo en la maratóimitja. A mí, personalmente, esta me gusta mucho más. El trato y la organización son expléndidos y más si tenemos en cuenta que hay sobre 1200 inscritos. Este año acabamos la carrera unos 1100.
Como todos los años dan la salida a las 9 de la mañana de un día perfecto para correr y disfrutar de lo que más nos gusta.
La cita, como ya he dicho, es multitudinaria y no deja de sorprendernos ver a tantos corredores enfilando la primera recta del pueblo. Mi amigo Alfredo y yo nos tomamos la carrera con tranquilidad y salimos desde el final. Podemos ver a todos los corredores que nos preceden.
Seguiremos toda la carrera dosificando, con mucha tranquilidad. Sabemos que la primera mitad es todo de subida, aunque mucho camino se puede hacer corriendo y por pistas en muy buen estado. Las vistas son impresionantes: se ve el Penyagolosa exhibiendo su manto de nieve al fondo.
Alfredo y yo seguimos admirando el paisaje, hablando y corriendo, que a eso hemos venido, y sin querer casi estamos en lo alto del pic de Cabres.Hemos subido mucha pista corriendo y muy a gusto.
Pasamos el control con un tiempo de hora y media. Perfecto. De subida solo queda lo que se ve en la foto y despues casi todo es bajada hasta la meta.
Al inicar la bajada, que es bastante técnica se monta un tapón impresionante, parece que hay algunos corredores nuevos en estas lides y no tienen suficiente técnica o confianza en las bajadas. De todas formas la bajada se las trae y hay que ir con cuidado para no resbalar porque la caida puede ser dolorosa. A nuestra marcha o, mejor dicho, a la que nos marcan los que van delante, seguimos bajando tranquilamente y sin agobiarnos por no poder ir al ritmo que quisieramos y si no haber corrido más al principio para no coger el tapón.
La bajada sigue obsequiándonos con grandes vistas de la plana y el ir despacio nos facilita la contemplación de estos paisajes tan entrañables y familiares para nosotros, de tantas veces que corremos por esta tierra.
Nuevamente llegamos a la pista y ahora se ponen, todos los que llevábamos delante, a correr como posesos y no conseguimos a delantar a nadie.En fin, paradojas de las carreras de montaña.
Nosotros seguimos con el ritmo que nos hemos marcado y vamos fenomenalmente bien y corriendo en casi todo el recorrido, como muestra una foto de Alfredo corriendo en la penúltima subida fuerte llegando ya a las afueras de La Vilavella.
Llegamos a meta en 2 h y 40', bastante peor que otros años, pero hemos disfrutado de la carrera y hemos acabado casi enteros. Una gozada correr en La Vilavella.
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