23-8-2011
Última salida por tierras de León antes de volver a Valencia y dar por finalizadas las vacaciones. Como la morriña es grande decido hacer una ruta con la bici y que abarque lo máximo posible teniendo en cuenta mis fuerzas y el tiempo. Digo en casa que comeré por el monte y salgo de buena mañana y con un día gris pero sin lluvia hacia el Suspirón, primer techo importante de la sierra de Gistredo con poco más de 1800 m. Me esperan 38 km. Los 28 primeros de ligera subida y los 10 siguientes de acusada subida. En total salvo un desnivel de cerca de 900m. Está muy bien para ir abriendo boca. Como ya sabéis los seguidores del blog estas tierras son reserva de la biosfera.
y hoy voy a recorrer casi todos los valles de la cuenca del rio Omaña: rio de Valdesamario, rio Negro, rio de Velilla, rio Oterico, rio Soto y alguno más de menor importancia. Hasta el km 28 voy por el valle buscando caminos de ribera con abundante vegetación. Hoy no hace falta la sombra porque está bastante nublado.
A partir del 28 la subida es más dura y se acaba la vegetación. Encuentro que desde la última vez que pasé por aquí ha mejorado mucho la pista y descubro que es porque han plantado nuevos ventiladores o aerogeneradores. El camino ha mejorado mucho pero pierde el encanto de la pista de montaña estrecha y rodeada de árboles o arbustos. La niebla que se tira encima y el ruido de los ventiladores, que casi no se ven hasta que los topas, dan las condiciones para imaginarse un paisaje diferente y un tanto onírico. Parece que los ventiladores también ayudan a crear paisaje.
Me cuesta subir al Suspirón pero lo consigo.Hago la perceptiva parada para comer Arándanos que se dan por estas alturas, me abrigo con el quitavientos y para abajo.
A los 2 km cometo la primera torpeza del día y decido no hacer caso de la ruta y explorar otro camino que me llevará a una bajada terrorífica llena de trampas en forma de roderas enormes tapadas por la hierba. Resumiendo caigo de la bici dos veces y , por suerte, sin consecuencias pero me mete el miedo en el cuerpo y el resto lo hago caminando hasta que enlazo nuevamente con la ruta que tenía marcada. Desde aquí hasta casi llegar al cueto Rosales (con cerca de 1550 m) hago bastantes km respetando la curva de nivel, sin bajadas ni subidas fuertes. Cuando diviso el cueto Rosales observo que para llegar por el camino que conozco tengo que seguir varios km más adelante y como ya llevo unos 70 km y me encuentro cansado, decido acortar por una senda que veo en el GPS.
Segundo error del día porque la senda se ha convertido en un cortafuegos y tiene una pendiente endemoniada y un firme infame
así que bajo muy despacio haciendo trabajar los frenos a tope de tal manera que cuando llego a la pista buena y me olvido, aliviado, del cortafuegos observo que el freno de disco de atrás no da señales de vida y esto es un gran contratiempo pues me quedan muchas y duras bajadas hasta llegar a casa y no es plan de hacerlas con el freno de la rueda delantera. Empiezo a plantearme hacer una llamada a casa para que vengan a recogerme aprovechando que llegan los coches hasta el cueto Rosales por una carretera estrecha pero asfaltada. Pero antes de esto decido mirar el desperfecto y, oye, que consigo arreglarlo después de dos intentos, así que a continuar pedaleando. Subo al cueto andando porque la subida es bestial en desnivel que no en firme. Desde arriba me quedan unos cuantos km solo de bajada y los aprovecho para ir estirando las piernas y alzando el culo del sillín. Son unos km muy entretenidos con escasa dificultad y poco exigentes en esfuerzo físico. En Irián, como no estoy escarmentado por los errores cometidos, decido probar por otro camino que a la postre es muy bonito y, por esta vez, la decisión es un acierto.
Está, el camino, un poco perdido pero así y todo es muy entretenido para la vista.Llego a la fuente de la Velilla y descanso un poco bebiendo y comiendo dos barritas para llegar a la última subida con un poco más de fuerzas.
Me falta superar un desnivel de cerca de 200 m por un buen Camino de montaña rodeado de robles y rezumando humedad de las últimas lluvias. Emocionante y maravilloso. Cada vez me gustan más los paisajes y montañas de mi tierra Leonesa. Una vez superado este escollo no me queda nada más que bajada o llano hasta llegar a casa por la ribera del rio Omaña. Al final me han salido 96 km en un tiempo de 8 h 30’ con un desnivel acumulado de 4000 m.
Ruta en el Wikiloc.
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