Sábado extraño en el que estoy de amo de casa y se me presenta, por una carambola, una mañana completa para hacer lo que quiera con la condición de estar antes de la una en casa. Así que sin pensármelo mucho cargo en el GPS una ruta para subir al pico Noño, en la sierra de Martés y a las 7 de la mañana ya voy con el coche a la Venta Gaeta, inicio de la ruta. Hace ya 10 años había hecho una variante de esta ruta un poco más corta pero con una bici bastante peor. También es verdad que tenía 10 años menos y se nota.
Dejo el coche 3 km antes de llegar a Venta Gaeta para empezar bajando un poco ya que al pasar el pueblo empieza la subida a la muela de Albeitar, que sin ser nada de otro mundo, se pone bastante empinada y, aunque es pronto, ya empiezo a sudar. Una vez arriba planeo durante algunos km más hasta llegar a la parte más dificil de todo el recorrido: una bajada muy técnica por su desnivel y porque el firme está muy deteriorado. La bici se porta fantásticamente y no tengo más que palabras de agradecimiento.
Una vez que hago toda la bajada no me queda nada más que subir hasta llegar al punto más alto de la ruta: el pico Noño. Antes pasaré por Castilblanques y Viñuelas pero sin dejar de subir.
La verdad que el maldito pico se ve bien lejos a pesar de llevar ya un buen rato subiendo sin descanso. Casi llegando a lo alto del pico me paro en la fuente del Seco a hablar con un corredor que está rellenando el bidón. Le comento que lo mio, también es correr y que lo de la bici está sólo como complemento de lo otro. De una conversación a otra vamos sacando conocidos comunes porque, aunque empieza a masificarse esto de las carreras de montaña, aún somos un puñado de tarados que subimos montañas para, a continuación bajarlas. Mira tu que paradoja. Bueno la cuestión es que me dice que es del club de correr CXM. Yo le digo que sigo el blog de Manoli y el me contesta que es una muy buena amiga suya y que no está en este momento ahí porque, esto lo pienso yo, no ha tenido tanta suerte como yo para disfrutar de este sábado tan magnífico con lo que más nos gusta: la naturaleza y hacer el cabra. Me despido de Javi, aunque todavía volveremos a encontrarnos un poco más adelante.
El empieza a subir y yo no puedo seguir su ritmo porque las últimas rampas del pico Noño se las traen. Pero merece la pena porque desde arriba hay unas vistas inmensas. Se ve toda la sierra Calderona, La muela de Cortes, la central de Cofrentes, bueno el vapor de las chimeneas de refrigeración y no puedo dejar de pensar en Japón y los sufridos Japoneses y en lo cerca de casa que tenemos una central nuclear que tenía que cerrarse por vieja y que no la van a cerrar. Y pienso que es como nosotros: la maltratan como a nosotros obligándonos a trabajar más años y en condiciones más dificiles por nuestro deterioro.
Que no cunda el pánico . Vamos a dejarnos de pensamientos tan funestos y a gozar con las vistas. que ya está todo hecho y sólo me queda mirar el paisaje. Es lo bueno de subir todo al principio: que luego no queda nada más que bajar.
La vuelta la hago por Dos Aguas para cambiar y volver a ver la presa del Naranjero que siempre sorprende por su esbeltez a pesar de estar encajonada entre esas dos grandes moles. Contemplo un poco el paisaje y para casa que si no no cumplo el horario.
Ruta
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