jueves, 22 de mayo de 2025

Vía verde Ojos Negros

Hace ya dos años o más que tengo la idea de venir desde mi pueblo en León hasta mi pueblo en València en bicicleta. La idea es hacerlo en tres tandas:

  1. De San Román de los Caballeros a Burgos.
  2. De Burgos a Ojos Negros.  
  3. De Ojos Negros a Almussafes. 

La semana pasada, entre el 16 y el 18, se me presentó la ocasión para hacer el tercer tramo. Empezar por el final, es lo que se dice.

Mi querida mujer, y nunca suficientemente reconocida,  me llevará hasta el inicio de la Vía de Ojos Negros, me deja y yo ya llegaré a Almussafes. Calculo 3 días. Llevo comida y para dormir: una hamaca y un saco de dormir. Autosuficiencia total. 

Madrugamos lo suficiente para empezar la ruta sobre las 8 de la mañana. Cuando llegamos a la Bajada de Teruel nos encontramos con una negror en el cielo que asusta. Cambio de planes, no voy a ir más allá. Salimos de la autovía y descargo la bicicleta. Reduzco la travesía en 80 km pero así no me mojaré. 

Para llegar a Almussafes tengo que recorrer 220 km. Los haré en dos días y dormiré por Segorb o Altura. Salir de Teruel y subir hasta Escandón es lo más difícil de la ruta, todo subida pero como voy por la vía verde, los desniveles no son pronunciados y subo rápido y bien. 

Una vez subido el puerto, casi todo es bajada y muy agradable, con lugares muy bonitos.

  

 Hay un inconveniente: están arreglando la vía de la Renfe y muchos tramos de la vía verde están cortados lo que te obliga a tomar atajos, pero no hay problema porque los paisajes a los que te llevan, también , merecen ser vistos.

 
 Es un lujo tener esta vía verde y más entre semana que no está nada concurrida. me lo estoy pasando fenomenal. Dándole una segunda vida a mi bici Sunn, que la tenía muy abandonada y no se lo merece por la compañía que me ha prestado a lo largo de casi 30 años.

 

Primera parada en Sarrión, centro de la trufa en Teruel. Me salgo de la vía y hago un pequeño recorrido por el pueblo viendo la iglesia y una de las torres  y entrada a la ciudad de la antigua muralla.

 Continuando la ruta el siguiente pueblo al que llego es Albentosa. Hace tiempo que he querido ir a correr la carrera por montaña que organizan y veo que es el sábado siguiente. ya tienen todo el pueblo engalanado y la ruta marcada porque subí al castillo y vi las cintas del recorrido.

 

 Dice en ese poste informativo que se pueden observar muy bien las estrellas desde este lugar por los cielos limpios. La flecha indica la posición de la estrella Polar.

 

 Bonitas vistas desde el castillo de Albentosa sobre el recorrido del la vía y uno de sus puentes.

 

 Salgo de Albentosa y voy tan bien de tiempo que una loca idea empieza a rondarme por la cabeza: "podía intentar llegar a Almussafes de un tirón y hacerme los 220 km en un día.". Van cayendo los km y en la cabeza no tengo nada más que esa atronadora idea. Así que paso por Barracas sin detenerme, con la idea de parar en el mirador de Ragudo. Mala opción: la vía , de nuevo, está cortada y tengo que tomar un desvío. me salgo del desvío, sin querer, me pierdo y cuando me doy cuenta y rectifico veo que voy a tener que hacer algún km más y algo más de desnivel. Además me quedo sin las vistas del mirador de Ragudo. Y por si no era suficiente, empieza a llover con fuerza. me pongo el chubasquero y busco refugio en una caseta abandonada donde bajo de la bici y aprovecho para comer y reponer fuerzas. Son las 134 horas y, cada vez veo más factible llegar a Almussafes en el día. Por eso no paro  ni en Caudiel ni en Jérica, con pesar porque Jérica es muy bonito y merece la pena otra visita.

 No me detengo hasta pasar por encima del rio Palancia,

 

 un poco antes de que desagüe en el pantano del Regajo.

 No paro ni en Navajas ni en Altura ni en Algimia de Alfara. De hecho voy a seguir pedaleando sin parar, aunque disfrutando con todas las vistas como este lago artificial surgido del hueco dejado por una gravera.

 

 No voy a dejar de pedalear hasta llegar a Puçol. Veo un bar y me apetece una cerveza helada. Paro, aparco la bici y me atiende una chica encantadora. Le pido una cerveza y me dice que "sin alcohol" yo le respondo que no, que la quiero con mucho alcohol, pero me doy cuenta que son musulmanes y que no venden alcohol, así que rápidamente cambio de pedido y me tomo una cola cero y una botella de agua fría. Me sientan mejor que la cerveza, seguramente y a continuar por este interminable carril bici que llega hasta València.  Creo que le llaman la vía Xurra. Es seguro pero en las rotondas tienes que ir con cuidado por si pasan coches.

Entro a València por la playa de la Patacona y en el puerto hay una manifestación a favor del pueblo Palestino y en contra del genocidio. Me paro y me uno a la manifestación.

 

 Continúo por Pinedo. Ya siento que estoy en casa. 


Hay carril bici hasta el Saler y luego un buen arcén para circular sin miedo a los coches Paso por el lugar de las icónicas fotos de Instagram  en la gola de Puçol y, como está bajando el sol, aprovecho para hacer una foto.


De aquí al Palmar y a casa por caminos de marjal, estrechos y solitarios a esta hora. Llego a Almussafes después de casi 13 horas de pedaleo. Contento y exultante. Nunca había hecho tantos km en un día y cargado como iba.
 

jueves, 3 de octubre de 2024

Ultra trail Guara Somontano. Septiembre 2024.

 Llega el fin de  mes y con el el último reto que tengo para este año: UTGS. Carrera de 102 k y 5000 m. de desnivel positivo. Voy con mucha precaución y un poco de desasosiego por el abandono que protagonicé el la Ultraariege de Julio. Un abandono que me arrojó a los brazos de la desesperación y al triste pensamiento de dejar apartadas este tipo de carreras. Pero cuando lo comenté en la familia, me apoyaron e insistieron en que probara con esta para ver como me iba y si petaba ya tomaría la decisión de no correr más carreras de ultra distancia.

Estaba apuntado al Ultra trail Sierra del Segura, de 170 km, pero la anularon por falta de inscritos. Mirando por el suelo patrio que carreras había que pudiera hacer, me encontré con la de Alquezar, ultra que ya había corrido en el 2012 pero sólo había llegado al km 75 a causa del calor y de malas pasadas con el estómago.

El caso es que se me presentaba la ocasión para matar , o intentarlo, dos pájaros de un tiro: poder acabar otra carrera de larga distancia y acabar la UTGS que había dejado inconclusa en 2012.

Alquilamos una tienda de campaña, con cama, en el camping de Alquezar y el viernes 27, a las 12 de la noche empieza mi doble reto, después de oír y ver en directo la interpretación, al violonchelo, de "El último Mohicano". 

La noche pinta fria y con mucho viento. Salgo abrigado, pero a los 2 km ya me sobra el impermeable y no lo volveré a poner hasta las 7 de la mañana. 

Salida emotiva con mucha gente animando y a dar una vuelta de 18 km (pasando por lugares que tienen que ser muy bonitos como el puente del diablo en Asque) para volver al pueblo, entrando por las pasarelas del Vero.

Si pensaba que los tiempos eran ajustados, observo  que voy a una media de seis km/h. lo cual quiere decir que me sobra tiempo por todos los lados ya que al final, para acabarla, es suficiente con hacer un ritmo de 4 km/h. 

Entre los km 30/40 dice la organización que: "Afrontamos uno de los tramos más bonitos de la prueba, ya que el camino va serpenteando dejando el río Isuala siempre a la izquierda y atravesando numerosos afluentes como el barranco Viña, el Cerigüelo, el de Pallás y el de las Capillas. Todos ellos conocidos en el mundo del descenso de barrancos". Lo creo porque lo dicen y algo intuí pero era noche obscura y no daba para más que intuirlo.

La carrera va saliendo mejor de lo previsto y llego a Rodellar, la mitad de la carrera y sigo a 6 km/h, después de haber corrido 50 km.

Ya es de día y puedo admirar,  hasta con estupefacción, la absoluta majestuosidad de los paisajes del barranco de Mascún, además de mojarme los pies y las zapatillas varias veces para cruzar el rio Mascún de un lado a otro. 

Salir del barranco supone una larga subida  que se pasa rápidamente contemplando el paisaje. Sorprende Mascún con sus mallos y fajas aéreas.
Pasan las horas, voy reduciendo el ritmo para cuidar gemelos y cuádriceps, y llego a Las Bellostas, lugar de ingrato recuerdo, allí fue donde abandoné en 2012. En esta edición no me pasará.Me quedan 28 km que se pueden resumir en una larga subida y una larga bajada. La subida tiene un desnivel acumulado bastante grande pero repartido entre muchos km. Casi ni me entero. En algunas zonas ya hay estampas otoñales.
 
Me pasan  un grupo de tres corredores y me invitan a unirme a ellos pero veo que van muy rápido y yo quiero acabarla y me sobra tiempo yendo a mi ritmo. Amablemente declino la invitación y sigo con mi ritmo marcado a fuego en mi mente.
Corono la última subida y ya me veo en Alquezar. Por delante, me separan de la meta, 8km de falsos llanos que hago corriendo a trote cochinero. Veo a un grupo perseguidor 1 km por detrás y me hago el propósito de que no me adelanten, pero se van acercando.  Cuando salgo del último avituallamiento, el grupo perseguidor entra. Poco a poco, ya en bajada, empiezo a aumentar el ritmo, guardo los bastones, que me van frenando e inicio un descenso bastante rápido. No hubiera imaginado que llegaba tan fresco a los últimos 10 km. que hago todos corriendo. Ya en las calles del pueblo veo un corredor por delante. Le digo que corra , que no quiero adelantarlo, pero no puede. Lo adelanto y entro en meta más feliz que si hubiera ganado. 
 

No en balde, he conseguido triturar mis dos objetivos para esta ultra: conseguir acabar una ultra más y conseguir acabar esta, que en 2012 había abandonado.


lunes, 23 de septiembre de 2024

Pirineos en septiembre, 2024.

Aprovechando que hay fiesta en Barcelona, paso a por  mi hija y nos vamos, como en los últimos años,  a los Pirineos. Allí nos espera mi querido amigo Luis. Tenemos el plan de subir al Monte Perdido y a los Astazus, además de ver las cascadas del valle de Pineta. Veremos si se cumplen nuestros objetivos.

La primera parada es en Buerba (Casa Lisa) un lugar agradable donde nos trataron muy bien y que, para nuestra sorpresa, está regentada por un chico de nuestro pueblo Almussafes.

1r día: subida al Monte Perdido.

En Nerín cogemos el bus que nos sube a Cierracils y nos deja a hora y media del refugio de Goriz. El día pinta lluvioso pero vamos preparados.

La primera de las muchas impresiones del día es ver Ordesa desde las alturas. Por la niebla no vemos los tres grandes de la zona: Monte Perdido, Marboré y Soum de Ramond (Pico Añisclo).

Pasamos el refugio y seguimos ascendiendo con bonitas estampas del arco iris. Hace frio pero aguantamos bien con el pantalón corto.

El tiempo sigue desmejorando y el paso por las cadenas se complica un poco porque hay algo de hielo.


Aguantamos poco porque aumenta el frio y la lluvia y nos ponemos casi todo lo que llevamos en la mochila. Paramos de hacer fotos porque no hay valor para sacar las manos de los guantes.
Cuando hay un poco más de claridad osamos hacer alguna foto más.
 
 

La subida por la Escupidera la hacemos sin problemas técnicos. Sólo nos impone el desnivel. Nieve no hay nada más que la que está cayendo.

Después de mucho esfuerzo conseguimos hollar la cima del tercer pico de los Pirineos. no podemos disfrutarlo por el viento helador y violento que azota nuestros cuerpos entumecidos. Las vistas tampoco nos acompañan por culpa de la niebla que va y viene y no nos permite una visión completa. 

Por todo ello tomamos la sabia decisión de salir pitando de la  majestuosa cima que nos recibe con su peor cara. En la bajada hay un momento en el que estamos los tres tirados en tierra para evitar que el viento se nos lleve.

A pesar de todo, como siempre, la bajada es más fácil, ligera y rápida. Paramos en el lago helado a reponer fuerzas y alimentarnos, pero no estamos mucho tiempo, el frio,aún, nos impone.

Llegamos al refugio de Góriz y nos tomamos una cervecita, haciendo tiempo para llegar al bus sobre las 20 horas, que es la hora oficial de bajada.  Al final nos salieron 23 km, 1900 m. de desnivel positivo en 10:30 horas.
Hasta Nerín vamos hablando con el conductor del Bus que nos informa, muy amena y documentadamente, sobre muchos y variados aspectos de la zona. 
Llegar a Casa Lisa es una gozada y más pensando en la buena cena que nos tienen preparada. Muy recomendable Casa Lisa.

2o día: visita a las cascadas del Cinca y La Larri.
Cambiamos de pueblo y nos vamos al Hostal los Valles en Bielsa. El trato no es el mismo que en Buerba pero no podemos quejarnos.
Este día lo dedicamos a hacer descanso activo. Estamos tan bien y los paisajes son tan atrayentes que hasta nos atrevemos a correr en algunos de los tramos de los preciosos bosques de hayas por los  que vamos a transitar hoy.

La Cascada del Cinca la vemos de lejos porque mañana, subiendo al balcón de Pineta, la tendremos más cerca y durante mucho tiempo.

La de La Larri, sí que vamos a verla en toda su plenitud y con mucho agua a causa de las últimas lluvias. Es salvaje y sobrecogedora. rodeada de frondosos hayedos. Una fiesta para la vista.


 

Bajamos por el sendero pegado a la cascada, muy trabajado, cuidad y con muchos escalones. se nota que es una cascada muy visitada. La tarde la dedicamos a la comida y a visitar Ainsa, que tampoco es un pueblo que defraude.

3r día: subida al balcón de Pineta y los Astazus.

Madrugamos para estar a las 8 dejando el coche en el aparcamiento de Pineta y empezando a andar que nos espera otra ruta intensa en sensaciones y esfuerzo.

Hasta la base de la cascada del Cinca es un agradable paseo que no requiere excesivo esfuerzo. Vemos alguna cascada  muy bonita.

La ascensión al balcón de Pineta como siempre, es una mezcla de sensaciones: miras hacia arriba y te marea ver lo que queda por subir y lo poco que avanzas, pero echas la vista hacia atrás y te explota en la cara la grandiosidad del valle de Pineta.
Desde el balcón las vistas mejoran exponencialmente.
 

Sin embargo hemos de seguir subiendo hasta el collado de Astazu (2989 m.), dejando atrás el lago de Marboré a la derecha 

y la cara norte del Perdido a la izquierda con su glaciar helado.

Llegar al collado nos proporciona unas vistas inmensas sobre: el circo de Gabarnie (aunque sin posibilidad de divisar la cascada), el refugio de Serradets, la brecha de Roland, el Taillón. Sólo subir hasta el collado y ver todo esto ya merece la pena.

Pero eso no es todo porque seguimos subiendo al Pequeño Astazu y las vistas mejoran considerablemente
 

y pasamos al Gran Astazu por una cresta un poquito técnica pero sin grandes complicaciones para unos montañeros tan avezados como nosotros. Tan buenos somos que nos permitimos ayudar a una pareja de Valladolid y Palencia. La chica se veía un poco insegura pero, la verdad, necesitaba poca ayuda. Era más un poco de confianza y ánimos. Y le dimos todos los que necesitaba.

y ya lo que se nos muestra ante nosotros es inmejorable. Ayuda el día despejado y con una temperatura agradable. Se veía hasta el Midi con su parafernalia de antenas y el mirador.

Paramos a comer e iniciamos la bajada por una senda no muy definida y perdedora. Nada nos impide llegar a la base de los Astazus, dejar atrás el lago de Marboré, volver a divisar todo Pineta y hacer una bajada alegre con un ritmo de carrera suave y llegar hasta el coche.
Lo demás son banalidades: ducha, cena y nos despedimos de Luis, posiblemente hasta el año que viene. Tenemos en mente subir al Poset y hacer los otros tresmiles que lo rodean. Pero eso es otra historia que contaremos en otro momento.