domingo, 8 de diciembre de 2013

IV Carrera X Montaña Sierra de Chiva.

Por segundo año nos acercamos a Chiva para participar en la carrera de 61 km. Venimos bien entrenados y, además se han unido al grupo: Ximo y Ramón. También vemos a Eduardo con el que, últimamente, coincidimos tanto en carreras como en entrenamientos.
Los cuatro magníficos.
A las siete dan la salida y, inmediatamente empieza el calvario de las subidas, pero como estamos empezando nos vemos con fuerzas y sobrados. Voy manteniendo un ritmo elevado, corriendo en llano, en subidas ligeras y embalado en las bajadas.
Hasta la subida del pico Yerbas voy, más o menos emparejado con la 3ª clasificada de la general y, pienso que ese es un buen sitio para mí. En las subidas me adelanta con una facilidad pasmosa, pero en las bajadas soy yo el que la supera. Así hasta la cresta del susodicho pico, donde, poco antes de coronarlo me adelanta y no la vuelvo a ver.
Voy por el km 35 y mucho más entero que el año pasado, pero ya cansado y, a veces, sin ganas de correr ni siquiera en terreno propicio, ya no adelanto a nadie en las bajadas y me cuesta mantener la posición. pero solo quedan dos subidas fuertes y mucha bajada.
Voy despreocupado del tiempo, sólo he preguntado la hora en el avituallamiento del km 32 y me dicen que son las 11 de la mañana, que traducido a mi lenguaje carreril viene a ser algo así como: vas muy bien y mejorarás la marca del año pasado.
Bueno me habia quedado en el pico Yerbas intentando seguir a la 3ª clasificada: misión imposible. Así que cambio de misión: acabar entero,
La bajada del pico es larga y al final de la bajada ya no me apetece correr y, menos en el tramo por carretera asfaltada y por el barranco que nos dejan a los pies de la penúltima subida. Que ganas tenía de que se pusiera empinada la carrera para poder caminar. Me adelantan corredores por todos los lados y no me lo explico, porque voy muy bien de tiempo. Acaba la subida y nos introducimos en la senda del mal viaje: via pecuaria que viene desde Teruel y acaba en Chiva, Picassent y la Marjal.
Me quedan unos pocos quilómetros para llegar a la temida senda del Gitam ( que gracias a Paco, artífice de el magnífico track de esta carrera, ya nos ha quedado claro que el nombre se debe a una planta aromática utilizada para infusiones...) Breve inciso y ya estamos al comienzo de la senda: 45º de pendiente. Desde abajo se ven a muchos corredores parados resoplando y cogiendo aire. la suerte es que no tiene mucha longitud y acaba pronto. Y estamos arriba y lo que queda es todo para abajo y voy con muy buen tiempo (acabo de preguntar la hora). Intento correr todo lo que puedo y lo consigo: corro lo que puedo y cuando no puedo camino pero hubiera deseado correr más ya que el terreno es favorable, sólo hay algunos tramos de subida pero con escaso desnivel. Pero no puedo más. 1 Km para meta y sigo caminando hasta 200 m antes de meta, que es de bajada e intento hacer una entrada digna.
Cuando puedo ver el cronómetro observo que acabo en 8:16:47 lo que supone haber bajado mi marca en casi 45'. pienso que tengo el podio asegurado ya que el año pasado con 9 horas quedé el primero.

Pero nada más lejos de la realidad: mi puesto es el 109 de la general y el 4º de mi categoría. Además el 3º, casi me saca 15' y el 1º 1 hora y pico, vamos algo estratosférico y totalmente inalcanzable para mí.
Despues de la pequeña decepción toca ducharse, con agua templada tirando a fria, para aplacar el mal trago.
Recogo el plato de paella, me tomo alguna que otra cervecita, tambien, fria y aprovecho para hacerme una foto con Eduard Jornet, con quien ya había tenido el gusto de hablar el verano pasado en la VCUF.

La carrera es totalmente recomendable, con unos desniveles bestiales, que la acercan a las carreras de los Pirineos. Cuenta, además, con unas sendas bastante técnicas, que es donde me puse ciego a adelantar corredores y con unas vistas magníficas, así como rincones encantadores. Las sendas están todas marcadas, al inicio, con un cartel que nos hace saber de su nombre así como del desnivel al que vamos a enfrentarnos.
Apuntárosla para el año que viene, no os defraudará, pero ir con buen entrenamiento.
Quiero acabar agradeciendo el trabajo de todos los voluntarios así como el buen hacer de Paco, que al final de la carrera nos deleitó con una agradable charla y nos sacó de bastantes dudas, entre ellas la del nombre del Gitam. 
Si nada ocurre, que lo impida, el año que viene allí estaremos de nuevo.